COLOMBRI, José Antonio Abre
https://orcid.org/0000-0002-8698-6493
RESUMEN: La prensa siempre fue concebida
como una herramienta de propaganda política,
control social y divulgación cultural por la
dictadura franquista. Inicialmente, los sectores
fascistas del nuevo Estado, surgido de la
insurrección militar de 1936, albergaron un
gran poder en las instituciones públicas y en la
gestión de medios de comunicación, se
posicionaron claramente a favor de las fuerzas
del Eje y consideraron a la Gran Alianza como
los vestigios de un mundo decadente. Dichos
sectores fascistas intentaron imponer su
mensaje político en todos los medios de
comunicación, neutralizar la influencia de las
democracias occidentales sobre España e
implementar lo que ellos consideraban la
revolución “nacional”. La situación de
aislamiento y el liderazgo estadounidense,
después de 1945, obligaron a la dirección del
franquismo a llevar a cabo reformas estéticas,
cambios de discurso y reconsideraciones
estratégicas. Toda aquella transformación
tuvo una fuerte resonancia en los relatos
periodísticos de la época. Los momentos
culminantes de la imagen política de los
Estados Unidos fueron el anuncio de los
Pactos de Madrid (1953) y la visita de
Eisenhower (1959).
PALABRAS CLAVE: Prensa, propaganda,
nacionalismo, fascismo, Francisco Franco,
USA.
ABSTRACT: The press was always conceived
as a tool of political propaganda, social control
and cultural dissemination by the Franco
dictatorship. Initiallythe fascist sectors of the
new Stateemerged from the military uprising
of 1936held a great power in public institutions
and media management, were clearly
positioned in favor of the Axis forces and
considered the Great Alliance like the vestiges
of a decadent world. These fascist sectors
tried to impose their political message in all
media, neutralize the influence of Western
democracies on Spain and implement what
they considered the "national" revolution. The
situation of isolation and the American
leadershipafter 1945forced the leadership of
the Franco regime to carry out aesthetic
reforms, discourse changes and strategic
reconsiderations. All that transformation had a
strong resonance in the journalistic stories of
the time period. The highlights of the political
image of the United States were the
announcement of the Madrid Pacts (1953) and
the visit of Eisenhower (1959).
KEY WORDS: Jornalismo, propaganda,
nacionalismo, fascismo, Francisco Franco,
U.S.A.
Recebido em: 25/07/2022
Aprovado em: 22/11/2022
Graduado em História pela Universidade Complutense de Madrid; Doutor no programa de Estudos Norte-
Americanos. Ciências Sociais e Jurídicas pela Universidade de Alcalá. E-mail: abreucolombri@gmail.com
Este é um artigo de acesso livre distribuído sob licença dos termos da Creative Commons Attribution License.
Introducción
Durante los primeros años del franquismo, la prensa fue un instrumento de
propaganda muy jerarquizado y meticulosamente instrumentalizado
1
. El Estado, surgido
de la sublevación militar del 18 de Julio, garantizó la existencia de una gran cantidad de
publicaciones periodísticas para construir ltiples mensajes (con diferentes
matizaciones) con el fin de satisfacer al mayor número de sensibilidades ideológicas
existentes entre las derechas del periodo de posguerra. El manejo y la instrumentalización
de la información (DELGADO, 2006, p. 15-21), como materia prima de los futuros cauces
de la opinión pública, fueron fundamentales para consolidar socialmente las políticas
implementadas por la cúpula de la dictadura franquista.
“La propaganda, y en general el adoctrinamiento político de las masas a través de
los agentes socializadores, fue un instrumento importante en los fascismos
europeos […] Como en todo movimiento fascista, F.E. otorgaba un papel muy
destacado a la labor propagandística […]” (SEVILLANO, 1998, p. 57).
El tema de la evolución de la percepción de los Estados Unidos en el conjunto de la
prensa española es muy complejo y está dotado de muchas aristas: un claro ejemplo de
viraje político-ideológico. Dicha percepción periodística, en España, supone una de las
principales fuentes de controversia historiográfica desde el final de la década de 1970. El
caso de estudio de la prensa fascista ante la nueva orientación hacia Washington resulta
icónico y, paralelamente, refleja el primer factor de transformación interna (traición
fundamental para unos y evolución natural para otros).
Las diferentes agrupaciones ideológicas de la prensa española de posguerra
pretendían representar el liderazgo de opinión entre las familias sociológicas del nuevo
Estado. Al mismo tiempo, las múltiples construcciones del relato periodístico tenían una
1
Todas las estrategias de difusión periodística se erigieron sobre la Ley de prensa del 22 de abril de 1938,
este proyecto legal tenía como objetivo principal erradicar el republicanismo. Asimismo, la nueva
promulgación franquista trataba de integrar todas las directrices planteadas por el mando militar sublevado
desde el inicio de la Guerra Civil española. Básicamente, el texto fue redactado por Ramón Serrano Suñer,
tomando como punto de referencia algunos elementos prácticos de la comunicación castrense y el modelo
de control periodístico diseñado por la Italia fascista. Las empresas periodísticas se pusieron al servicio del
nuevo Estado, para facilitar la victoria militar del Movimiento Nacional primero y consolidar la “paz de
Franco” después. En ese aspecto, el texto legal implantó unos mecanismos férreos de coerción profesional
y control efectivo de los cauces informativos, que contemplaban la censura previa, el dirigismo institucional,
la sanción de editores, la eliminación y la inserción de contenidos, la expropiación de recursos materiales y
la creación de un Registro Oficial de Periodistas.
funcionalidad clara: establecer elementos simbióticos entre todas las formas de
pensamiento permitidas, divulgar aspectos del panorama institucional y facilitar la
“digestión” de los posibles cambios y contradicciones políticas. Este estudio tratará de
abordar la cuestión propagandística y la dimensión periodística de la transición del
nacionalsindicalismo al nacionalcatolicismo (THOMÁS, 2011, p. 185-210; LAZO, 1998, p.
281-306), desde el enfoque temático de las relaciones entre Franco y los Estados Unidos.
Es decir, la fase de renegación dialéctica del fascismo y del nazismo, por el hundimiento
de las fuerzas del Eje, y de reafirmación alegórica del anti-comunismo, con la llegada del
mundo bipolar.
Al igual que se ha criticado el uso del término de “familias” para hablar de los grupos
de poder establecidos dentro de la sociedad franquista, debido a que dichos grupos tienen
rasgos definitorios comunes, también se ha cuestionado la idea de una vinculación de
conjuntos de publicaciones periodísticas a dichos grupos de poder, por la cantidad de
elementos simbióticos y de tendencias convergentes presentes en la prensa oficial de la
dictadura. Es cierto que todos los grupos sociales tenían nculos políticos, representación
institucional, interacción social y, relativamente, objetivos ideológicos casi idénticos, pero
eso no implica que no existiesen grandes diferencias entre los sectores sociales partidarios
de la dictadura. Durante el primer franquismo, los grupos pro-fascistas españoles,
aglutinados por el movimiento falangista, tuvieron una gran influencia sobre la prensa local
(no tratada en esta investigación) y en la prensa de tirada estatal (especialmente sobre los
periódicos
Arriba, Solidaridad Nacional
y
El Alcázar
y el semanario
SP
). La tendencia
general fue bastante clara durante los veinte años transcurridos entre 1939 y 1959, en
relación al retroceso de la influencia gubernamental de los camisas viejas” y a la
reubicación de los periodistas más vinculados a la doctrina del nacionalsindicalismo
(ZALBIDEA, 1996, p. 131-139).
Muchas publicaciones de historia del periodismo han denominado al diario
Pueblo
(publicación vinculada a la Organización Sindical Española) como prensa falangista, pero
la realidad es mucho más intrincada y difusa. Desde un punto de vista del análisis de la
información y los contenidos de opinión,
Pueblo
fue una “carta comodín”, en la que
entraban temáticas y voces muy diversas vinculadas a los intereses del gimen. El
populismo cambiante de los mensajes y la volatilidad de las ejemplificaciones ideológicas
no son propios del resto de publicaciones falangistas (doctrinarias y circunspectas).
En un estudio de estas características, con el marco temporal de las décadas de
1940 y 1950, resulta muy difícil sintetizar todos los rasgos definitorios, las normas de estilo
editorial, los discursos políticos, los recursos narrativos y la cultura profesional de la
prensa más estrechamente vinculada a los sectores falangistas (BARRERA, 1995, p. 37-43;
ZALBIDEA, 1996, p. 140-147; SEVILLANO, 2011, p. 27-40). Con un cierto orden cronológico,
se pueden intuir los más destacados cambios de actuación periodística respecto a la
cuestión estadounidense, uno de los temas más lacerantes para la ultraderecha española,
que ha perdurado durante muchas décadas en la memoria colectiva. Los gestores de la
información periodística y los diseñadores de los sistemas de propaganda, por cuestiones
de supervivencia política y con el objetivo de romper el cerco de aislamiento internacional,
tuvieron que realizar un ejercicio de “travestismo” ideológico muy grande y en un corto
periodo de tiempo. Actuaron por convicción o por obligación: José María Alfaro Polanco,
Enrique Jiménez Arnau, Dionisio Ridruejo Jiménez, Xavier de Echarri Gamundi, Ismael
Herraiz Crespo, Rafael García Serrano, Adolfo Muñoz Alonso, José Luis de Arrese Magra,
Valentín Galarza Morante, Jesús Evaristo Casariego, Ramón Sierra Bustamante, etcétera.
“[…] Las autoridades franquistas pretendían ‘liberalizar’ formalmente el régimen
político, abandonando cualquier rasgo totalitario, para así aproximarlo a las
democracias occidentales a fin de salvaguardar la dictadura adaptándola a las
nuevas circunstancias externas. Para ello, se utilizó la imagen política de los
católicos y se promovió una serie de reformas políticas y administrativas […]
(SEVILLANO, 1998, p. 70).
En relación a estas temáticas tan aristadas, al igual que otras muchas vinculadas a
los medios de comunicación, existe una gran polémica sobre cómo debe construirse el
marco teórico para el análisis de la prensa franquista, ya que las posiciones de teóricos
del periodismo e historiadores suelen ser muy disonantes (TOPOLSKY, 1982; ARÓSTEGUI,
1995). Las disconformidades teóricas y las preferencias metodológicas entre disciplinas
persisten en la actualidad, sin embargo, cada vez hay más investigadores que se muestran
convencidos de la necesidad de alcanzar consensos multidisciplinares, para lograr un
estudio histórico pleno de la comunicación social y de las transformaciones de la opinión
pública (PIÑUEL y GAITÁN, 1995). De un modo más general, la cooperación entre
disciplinas plantea modelos analíticos multicausales, basados en el estudio pormenorizado
de fuentes hemerográficas relevantes.
Exaltación del fascismo y del “antiamericanismo” (1939-1942)
A día de hoy y con una trayectoria de varias décadas, existe un debate
historiográfico muy activo sobre la naturaleza política de la dictadura erigida por el general
Franco. Al margen de las polémicas cíclicas, parece incuestionable que el fascismo, en la
década de 1930, causaba verdadera fascinación entre los grupos conservadores españoles.
La composición institucional y gubernamental de posguerra propendió a la puesta en valor
de la ideología fascista.
[…] Una vez terminada la Guerra Civil el diario falangista más importante fue sin
duda alguna
Arriba
, editado en Madrid en los talleres de
El Sol
, bajo la dirección
de Xavier Echarri y con Pedro Mourlane en funciones de subdirector. A partir de
ese momento, en buena parte gracias a la influencia de Serraño, FET y las JONS
experimentan un nuevo avance en el terreno de las publicaciones […]”
(RODRÍGUEZ, 2000, p. 415).
La información relativa a los Estados Unidos en la prensa franquista de posguerra
de manera general tenía una dimensión política con varios trasfondos: creación cultura,
estilo de vida, religiosidad, mentalidad, hábitos sociales, limitaciones ejecutivas, filosofía
productiva, servicio militar, tradición legislativa, compromisos civiles, conservadurismo
rural, liberalismo urbano, estándares electorales, pluripartidismo, etc. Popularmente, se
suele pensar que nada cambió en las pautas propagandísticas durante las décadas de 1940
y 1950, pero lo cierto es que los acontecimientos internacionales obligaron al
replanteamiento inmediato de muchos discursos. En consecuencia, las evoluciones de la
prensa regida por un sistema de creencias ultraconservador (compuesto por mentalidades
filo-fascistas y principios objetivamente fascistas) fueron aconteciendo a un ritmo más
lento que los grupos de publicaciones periodísticas católicas y tradicionalistas
ABC
,
La
Vanguardia Española, El Noticiero Universal
o
Ya
. En líneas generales, la cúpula política
de la dictadura franquista utilizó los cambios editoriales de algunos medios para ir
moldeando la opinión pública de manera gradual y, paralelamente, para enviar mensajes
de reconducción ideológica hacia la comunidad internacional.
En un marco editorial diferente se encontrarían el resto de publicaciones
generalistas. Desde un punto de vista síntesis informativa, la
Hoja del Lunes
ha sido
descrita como una publicación aséptica y aglutinadora de contenidos informativos y
sucesos. En su día, el diario
Madrid
fue calificado de prensa independiente, en el sentido
de no ser asociada claramente a ningún grupo de poder, también por haberse desentendido
de los temas de polémica internacional y centrarse en el debate nacional y en los sucesos
de la capital. Esta última información parece algo exagerada, si se revisa la sección de
noticias internacionales del periódico durante la carismática dirección de Juan Pujol.
Finalmente, el diario
Informaciones
es muy difícil de clasificar, porque fue un firme
defensor del Eje durante los años de gestión de Víctor de la Serna. El acercamiento hacia
Londres y Washington fue visto como un requisito insalvable para que España se integrase
diplomática y financieramente en la comunidad internacional, para el dueño de la
publicación periodística: Juan March. La línea editorial de
Informaciones
era muy similar a
la del mencionado
Pueblo
, ambas empresas periodísticas competían por el mismo perfil de
lector.
Entre 1939 y 1942, abrumadoramente, todos los grandes temas internacionales
giraban en torno a los acontecimientos bélicos y las alianzas diplomáticas entre países.
Prospectivamente, los elementos estudiados de
El Alcázar
y
Arriba
, en Madrid
2
,
Solidaridad Nacional
y
La Prensa
, en Barcelona
3
, no configuran un relato periodístico muy
diferente al resto de publicaciones de la época, pero de ellos se pueden extractar algunos
rasgos distintivos básicos:
1) Alemania condensa todos los grandes valores (nuevos y viejos) del mundo occidental y
los Estados Unidos forman parte de una comunidad de países decadentes;
2
Las instituciones políticas del franquismo tuvieron unos vínculos más estrechos con las publicaciones
periodísticas de la capital. En varios supuestos, dichas publicaciones tenían más recursos para procesar las
noticias que venían del extranjero y cubrir informativamente aspectos básicos de la política exterior
española. Ver fuentes hemerográficas: Ayer el Ejército alemán cruzó la frontera polaca por diversos puntos.
Arriba
, Madrid, 2 de septiembre, p. 1, 1939; Roosevelt triunfa en las elecciones norteamericanas.
Arriba
,
Madrid, 6 de noviembre, p. 1 y 3, 1940; Por primera vez han sido bombardeados los Estados Unidos. Arriba,
Madrid, 16 de julio, p. 1, 1942; Hace un año que los voluntarios de la División Azul emprendieron su marcha
hacia Rusia.
Arriba
, Madrid, 14 de julio, p. 1 y 4, 1942; Cumpleaños del Caudillo: ‘Creo en España, porque creo
en Falange’.
Arriba
, Madrid, 5 de diciembre, p. 1 y 3, 1942; Los embajadores del Perú y los Estados Unidos
presentan sus credenciales al Caudillo.
El Alcázar
, Madrid, 16 de junio, p. 1 y 5, 1939; El país inicia su era de
salvación.
El Alcázar
, Madrid, 18 de julio, p. 1, 1939; Hitos de la revolución nacional.
El Alcázar
, Madrid, 18 de
julio, p. 3, 1939; La prensa extranjera pretende desacreditarnos.
El Alcázar
, Madrid, 29 de julio, p. 1, 1939;
Brutal comportamiento de los polacos hacia los alemanes.
El Alcázar
, Madrid, 25 de agosto, p. 1, 1939; Los
Estados Unidos “no pueden sostener una guerra en dos frentes”.
El Alcázar
, Madrid, 24 de noviembre, p. 1,
1941; Alemania e Italia declaran la guerra a Estados Unidos.
El Alcázar
, Madrid, 11 de diciembre, p. 1 y 6, 1941;
El desembarco anglosajón en el norte de África fracasa.
El Alcázar
, Madrid, 9 de noviembre, p. 1 y 6, 1942.
3
La mayoría de estudios sobre historia de la prensa franquista se centran en las publicaciones de la capital,
dejando a un lado las grandes cabeceras de la ciudad de Barcelona, sede de importantísimos grupos de
comunicación y propaganda. Ver fuentes hemerográficas: ¿Ataque contra la población alemana de Silesia?.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 27 de agosto, p. 5, 1939; La tensión germanopolaca se agudiza por
momentos.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 27 de agosto, p. 5, 1939; España no ha interrumpido su servicio
postal de avión con el extranjero.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 30 de agosto, p. 1, 1939; Las proposiciones
del Reich a Polonia: “son justas y razonables”.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 1 de septiembre, p. 1, 1939;
España mantendrá la neutralidad por decisión de su Caudillo.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 5 de
septiembre, p. 1, 1939; Movilización general de los ejércitos de Polonia.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 31
de agosto, p. 1, 1939; Franco y Hitler se entrevistaron ayer en la frontera hispanofrancesa.
Solidaridad
Nacional
, Barcelona, 24 de octubre, p. 1, 1940; Heinrich Himmler llegará hoy a Barcelona.
Solidaridad
Nacional
, Barcelona, 23 de octubre, p. 1, 1940; La Iglesia alemana y las necesidades de la guerra.
Solidaridad
Nacional
, Barcelona, 31 de diciembre, p. 1, 1941; E. U. aprueba la declaración de guerra a Italia y Alemania.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 12 de diciembre, p. 1, 1941; Vichy rompe sus relaciones diplomáticas con
Estados Unidos.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 10 de noviembre, p. 3, 1942; El juego americano va a ser
muy difícil.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 11 de noviembre, p. 3, 1942.
2) el presidente estadounidense está sometido al poder diplomático y la voluntad de los
líderes británicos, no actúa de forma independiente a pesar de su gran poder militar e
industrial;
3) el presidente estadounidense había traicionado a los principios más básicos de la
tradición sociocultural cristiana y la civilización europea, posicionándose del lado de la
“barbarie” comunista;
4) la iniciativa militar nunca correspondió a los estadounidenses y la superioridad militar
de Washington no garantizará la victoria sobre las potencias del Eje;
5) en el proceso de las negociaciones diplomáticas multilaterales de la Gran Alianza, la
Unión Soviética se aprovecha de los liderazgos débiles del Reino Unido y los Estados
Unidos, mientras que construye un sistema de propaganda de alcance global.
Para la prensa franquista, la entrevista de Hendaya, la creación de la División Azul
y las visitas de jerarcas de la Alemania nazi y de la Italia fascista fueron momentos de
exaltación máxima de la revolución ideológica ultraderechista que estaba recorriendo
Europa (GONZÁLEZ, 2011, p. 157-190; RUIZ y BARRUESO, 2011, p. 191-214). En ese contexto
informativo, cualquier alusión a los Estados Unidos y sus intereses político-militares no
salían muy bien parados. Fundamentalmente, el antiamericanismo” falangista entronca
con el “antiamericanismo” decimonónico Washington era visto como el liquidador del
imperio: Cuba y Filipinas, ambos conceptos tienen varias dimensiones: nacionalista,
religiosa, política, cultural, filosófica y racista (SEREGNI, 2007, p. 21-28; MONTERO, 2014,
p. 205-209). Tal concepto se manifestaría de muy diversas formas entre las páginas de
Arriba
y
El Alcázar
. Por ejemplo, en las elecciones presidenciales de 1940, en las que
Roosevelt resultó reelegido por segunda vez, se podían encontrar alusiones a la
“hipocresía” de los gobiernos democráticos por coaligarse con líderes soviéticos y a
la “ineficacia” de los procesos electorales por no poder garantizar la estabilidad de las
instituciones y el orden social. También se publicaron caricaturas del presidente
estadounidense, con trazos patéticos y grotescos.
A duras penas se pueden establecer diferencias de criterio y enfoque editorial entre
las cabeceras españolas (CHULIÁ, 2001, p. 78-79; DAVARA, 2005, 138), quizás
La
Vanguardia Española
y el
El Noticiero Universal
son las dos publicaciones más ligeramente
orientadas hacia la causa aliada. En el invierno de 1942 y 1943, la percepción política de la
dictadura respecto a la Segunda Guerra Mundial comenzó a transformarse
paulatinamente. Por consiguiente, las consignas que llegaban a las redacciones
periodísticas comenzaron a variar, sin más motivación que la búsqueda de la supervivencia
política de la dictadura y la conservación de la integridad territorial del país.
Francamente, la transición ideológica de la dictadura franquista supone un
problema de estudio de primer nivel para historiadores y periodistas, pues resulta ser un
tema con enormes implicaciones ideológicas. Las investigaciones sobre los relatos
periodísticos proyectados a raíz de la transformación estética y discursiva de las
instituciones del franquismo siempre levantan una gran polvareda entre los grupos
políticos actuales, debido a que existen muchas pervivencias culturales y legislativas de la
dictadura en las instituciones. A su vez, esta coyuntura dificulta en gran medida todo el
proceso de investigación histórica, debido a que ciertas intoxicaciones propagandísticas
subjetivan y tergiversan las conclusiones. A pesar de que las interpretaciones sobre la
España franquista son muy divergentes, manera semejante a otras áreas de
especialización temática, los consensos historiográficos, los principios teóricos del
periodismo y los resultados de las investigaciones multidisciplinares tejen vínculos de
codependencia.
Apariencia de neutralidad y reconsideración estratégica (1943-1945)
Alemania, hasta el otoño de 1943, a través de sus agencias de noticias, su agregado
de prensa en Madrid (Josef Hans Lazar), su red de espionaje y una permanente presión
sobre los corresponsales españoles en Berlín
ABC
,
Informaciones
,
Madrid
y
La
Vanguardia Española
, consiguió mantener una eficaz labor de influencia sobre la prensa
generalista en España. A pesar del comienzo del declive militar alemán y de los retrocesos
territoriales en todos los frentes, laboriosamente, la propaganda alemana consiguió
minimizar el impacto de los grandes avances angloestadounidenses en el Mediterráneo y
argumentó que el avance de los comunistas no era más que una retirada estratégica.
Llama poderosamente la atención el modo en que la información internacional era
publicada en aquellas fechas, ya que llegaba en dosis muy reducidas a la opinión pública y,
algunas veces, rompiendo las prioridades de la actualidad. Noticias repletas de recursos
informativos, por lo general, que vaciaban el contenido político. Un buen ejemplo de ello
la descontextualizada cobertura que la prensa falangista realizó de las conferencias de
Teherán (28 de noviembre de 1943) y de Yalta (4 de febrero de 1945). De forma
generalizada, se fueron reduciendo las críticas a la coalición angloestadounidense y el
ensalzamiento al belicismo del Eje se fue moderando. En este periodo de transformación
informativa, las autoridades españolas ensamblaron múltiples intereses políticos, hasta el
punto de llegar a desempeñar una doble estrategia. Entre noviembre de 1942 y agosto de
1945, la cúpula de la dictadura franquista (PIZARROSO, 2009, p. 67-71; VARELA, 2004, p.
102-111 y 123-131; RUHL, 1986, p. 236-241), respecto a la posición de neutralidad frente a las
pujantes fuerzas aliadas y la debilitada situación del Eje, se dedicó a poner una “vela a Dios
y otra al diablo”. Por supuesto, esta actuación política tan ambigua tuvo su repercusión en
los cauces de producción informativa, pero no de forma inmediata, debido a que fue un
proceso lento y larvado.
En 1942, los rumores de un desembarco angloestadounidense en el norte de
África (operación Torch), evidentemente, no tuvieron repercusión en la prensa
franquista, pero despertaron muchos temores en Madrid, por una posible
invasión del protectorado español en Marruecos o de la Península. Después del
envío de varios cables y garantías verbales, las diplomacias británica y
estadounidense, en una actuación conjunta, consiguieron encauzar la neutralidad
definitiva del gobierno franquista: “[…] El nerviosismo acabó, por fin, en la
madrugada del 8 de noviembre de 1942, cuando tuvo lugar el comienzo de la
operación. El embajador Hayes informó al ministro español de Exteriores del
desembarco en el norte de África, entregándole en esta ocasión un escrito
personal del presidente americano dirigido a Franco. La carta estaba redactaba
en un tono extraordinariamente amistoso, en el que Roosevelt declaraba que
España no tenía nada que temer de los Aliados. […]” (COLLADO, 2016, p. 60).
En 1944, el desembarco de en las playas Normandía y la casi inmediata liberación
de París hicieron saltar todas las alarmas en los palacios de Santa Cruz y de El Pardo.
Franco se mostró abiertamente decidido a posicionarse fuera de la órbita de influencia del
Eje:
“[…] A los desmentidos oficiales de la diplomacia española seguirá un gesto
extraordinario por parte de Franco. Gesto que demostrará mejor que mil palabras
el nuevo rumbo político del Caudillo. Nos referimos a la entrevista que el
Generalísismo acepta conceder a dos reporteros de la agencia de noticias
estadounidense United Press, a principios de noviembre de 1944. Durante los
últimos ocho años esta empresa al igual que la rival Associated Press había
basado su información sobre la Península asumiendo los puntos de vista de los
españoles exiliados, pintando en los tonos más negros la España de Franco.
Durante la Guerra Civil, la propaganda americana insistía hasta el final en la
derrota inevitable de los ‘rebeldes’. En los años siguientes el gobierno de Madrid
fue inculpado del hambre que asolaba el país, de la epidemia de fiebres tifoideas,
de la represión contra los vencidos y de la persecución de los trabajadores y de
los intelectuales. Según la prensa americana, España no era más que un satélite
del Eje Berlín-Roma y el arsenal secreto de las dictaduras fascistas. […]”
(SCHULZE, 1995, p. 197-217).
La imagen política de la neutralidad fue construida, al menos en su dimensión
periodística, a través del acercamiento a las grandes agencias internacionales y a la
interacción con las instituciones generadoras de fuentes periodísticas (DE LAS HERAS-
PEDROSA, 2000, p. 25-29; DE DIEGO, 2017, p. 15-24). Especialmente, en los grandes
centros informativos de Londres y Washington. La entrada de las tropas estadounidenses
en Roma y las operaciones en la costa francesa incrementaron las prisas en Madrid por
acercar posiciones. Durante la segunda mitad de 1944 y la primera mitad de 1945, la
cobertura informativa de los acontecimientos políticos y militares fue sustancialmente
diferente
4
, al margen de las ambigüedades y los eufemismos (TERRÓN, 1981, p. 65-79). A
pesar de todo, en las páginas de las publicaciones periodísticas más cercanas al falangismo
todavía era posible encontrar esperanza por un contraataque final, admiración por los
liderazgos de Berlín y Saló, lamentos por la desaparición del Reich y amenazas a la
comunidad internacional por la complicidad del avance del comunismo en Europa. A modo
de contrapeso editorializante, también se dio mucha resonancia a las acciones políticas de
Franco a favor de la causa aliada, las condolencias por la muerte del presidente Roosevelt,
la intención de cooperar con el nuevo presidente Truman y la expulsión de la embajada
japonesa de Madrid.
Situación de aislamiento y liderazgo estadounidense (1946-1949)
Después del final de la Segunda Guerra Mundial y el impacto psicológico del poder
de destrucción de la bomba atómica, la cúpula de la dictadura franquista asumió que el
liderazgo mundial sería ejercido por los Estados Unidos. Desde una fase muy temprana, el
general Franco comprendió que, para conseguir un reconocimiento político pleno, debía
presentarse como un líder preocupado por el mantenimiento del orden internacional;
4
Ver fuentes hemerográficas: Las armas del Reich vomitan fuego por todas partes.
Solidaridad Nacional
,
Barcelona, 7 de junio, p. 3, 1944; Tropas anglosajonas de desembarco aéreo y de paracaidistas totalmente
aniquiladas en doce horas de lucha. Solidaridad Nacional, Barcelona, 7 de junio, p. 1, 1944; Hitler ha caído en
su puesto de mando.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 3 de mayo, p. 1, 1945; Franco ha ganado la paz de
España.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 9 de mayo, p. 1, 1945; Los españoles agradecidos a su Caudillo por
haber salvado a España de la guerra.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 10 de mayo, p. 1, 1945; ‘España se
encuentra en situación segura y fuerte para preservar la integridad de su suelo de toda forma de invasión’,
dice Berlín.
Arriba,
Madrid, 24 de febrero, p. 1, 1944; Contraataques y avances alemanes en el Este.
Arriba
,
Madrid, 8 de agosto, p. 1, 1944; ‘La flota anglosajona ha sufrido el mayor desastre desde el inicio de la
invasión’, dice Berlín.
Arriba
, Madrid, 4 de agosto, p. 4, 1944; España es un oasis de paz y de abundancia en
medio de una Europa arrasada por la guerra.
Arriba,
Madrid, 14 de febrero, p. 1 y 4, 1945; Roosevelt ha
fallecido repentinamente
. Arriba
, Madrid, 13 de abril, p. 1, 1945; Alemania acepta la rendición incondicional.
Arriba
, Madrid, 8 de mayo, p. 1, 1945; La bomba atómica ha sido utilizada por los norteamericanos.
Arriba
,
Madrid, 7 de agosto, p. 1 y 4, 1945; España no entró en la guerra a pesar de las poderosas presiones y
situaciones difíciles.
Arriba
, Madrid, 2 de septiembre, p. 1, 1945; Grandes rdidas bolcheviques en
Stalingrado.
El Alcázar
, Madrid, 4 de enero, p. 1, 1943; Ha comenzado la invasión de Europa.
El Alcázar
,
Madrid, 6 de junio, p. 1, 1944; El Fuhrer ordena el repliegue alemán para salvar a Roma.
El Alcázar
, Madrid, 5
de junio, p. 1, 1944; Himmler ofrece la rendición a Gran Bretaña y los E.E.U.U.
El Alcázar
, Madrid, 28 de abril,
p. 1, 1945; Muere en la batalla.
El Alcázar
, Madrid, 2 de mayo, p. 1, 1945.
España tenía que ser percibida por las potencias occidentales como un país cristiano,
anticomunista y nacionalista. A modo de consignas, esta nueva agenda política se
manifestó a través de toda la estructura de propaganda (FUENTES y FERNÁNDEZ, 1998,
p. 260-261). Como se ha mencionado anteriormente en relación a la prensa escrita, las
agencias de noticias y las empresas periodísticas no sólo buscaban influir sobre el
conjunto de la opinión pública española, sino que, a su vez, querían transmitir un mensaje
para los “observadores” internacionales.
Motivada por las primeras tensiones de la Guerra Fría, la prensa más cercana a la
nueva mentalidad occidental
ABC
,
Ya
,
El Noticiero Universal
y
La Vanguardia
Española
se mostró abiertamente partidaria del acercamiento político hacia Washington
y de la integración de España en el conjunto de fuerzas de contención del comunismo a
nivel global. Algunos de estos medios de comunicación tuvieron que hacer un cambio
radical, pero eso no fue óbice para la popularización de las bondades del nuevo amigo
“americano” entre los consumidores de semanarios y diarios de carácter político.
Sin embargo, los profesionales del periodismo más cercanos al fenómeno del
falangismo tuvieron que contener sus excesos verbales y sus diatribas contra el nuevo
liderazgo político-militar ejercido por los Estados Unidos en Europa y Asia. Las gruesas
palabras y las negativas informaciones se planteaban en un clima de tensión creciente
entre los vencedores; las voces más agoreras afirmaban que la Unión Soviética acabaría
propagándose como una “plaga bíblica”, a no ser que las potencias occidentales
reaccionasen y endureciesen sus posiciones. A medida que iban sucediéndose los
desencuentros en Berlín, Grecia, Turquía e Irán,
La Prensa
,
Solidaridad Nacional, Revista
SP
,
Arriba
y
El Alcázar
aseveraban que la confrontación directa contra el comunismo era
una necesidad. A modo de pensamiento residual, todavía era posible observar argumentos
en favor de un uso pleno de la fuerza militar como vía para la resolución de diferencias
políticas; el ensalzamiento del belicismo y la justificación de la violencia tan presentes en
la retórica pro-fascista de las décadas de 1930 y 1940.
Sorprendentemente, se puede comprobar como acontecimientos concretos y
fechas destacadas muy presentes en las cronologías históricas de comienzos de la
Guerra Fría apenas tienen repercusión o directamente no aparecen en la prensa
española. Un buen ejemplo sería el del viaje de Churchill a los Estados Unidos en las últimas
semanas del invierno de 1946, en el que fue pronunciado el famoso discurso the iron
curtain” en la ciudad de Fulton (Missouri) en una ceremonia del
Westminster College
. La
información era dosificada convenientemente: con una depuración de cuestiones
comprometidas para el “orden social” y con un vaciado de elementos de actualidad que
pudiesen inducir a una visión negativa del Estado franquista. En líneas generales, el
periodo comprendido entre febrero de 1946 y noviembre de 1949 albergó estrategias
periodísticas muy similares a las precedentes
5
, pero con mayor facilidad de maniobra tras
la derrota y la desaparición de las fuerzas del Eje.
Progresivamente, la prensa franquista se fue llenando de elementos informativos
de muy diversa índole relacionados con los Estados Unidos y toda la región
norteamericana, no necesariamente políticos: catástrofes naturales, curiosidades
estadísticas, acontecimientos deportivos, eventos sociales, estrenos cinematográficos,
logros científicos, manifestaciones culturales, etcétera. En principio, esa tendencia
informativa fue preparando psicológicamente a los grupos ultraderechistas españoles más
cerrados en sus concepciones idiosincráticas (SAZ, 2013; THOMÁS, 2011). Aquel intento
de proyección de una imagen blanda por parte de las autoridades franquistas, de alguna
manera, tuvo varios objetivos: endógenos y exógenos.
“[…] En 1946 se habrían de suceder las declaraciones condenatorias del régimen
franquista […] En lo sucesivo, el régimen iba a poder contar con la ventaja que
suponía el que la cuestión española desapareciese gradualmente del primer plano
de la opinión pública mundial, siendo reemplazada por los acontecimientos en
torno a las guerras civiles en Grecia y China, y el deterioro de la situación
económica y social en Europa occidental. […]” (TERMIS, 2005, p. 27).
Por regla general, la utilización de todo tipo de muestras periodísticas permite
incorporar a la investigación espacios temáticos inclusivos, donde germinan nuevos
enfoques interpretativos sobre la dictadura del general Franco a nivel de estrategias
propagandísticas e instrumentalización de los mensajes periodísticos. Comúnmente,
esta inclusión de temas novedosos o poco desarrollados facilita la revisión de algunos
elementos preconcebidos sobre el desempeño de las funciones del periodismo y la difusión
de mensajes reduccionistas sobre las realidades político-institucionales y diplomáticas de
los años cuarenta y cincuenta. A decir verdad, la revisión histórica a menudo se
5
Ver fuentes hemerográficas: Los demócratas perdieron la victoria de la segunda guerra mundial.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 22 de junio, p. 1, 1948; Norteamérica propone un gobierno alemán
occidental.
Arriba,
Madrid, 9 de abril, p. 1, 1948; El gobierno español no prepara los cimientos de futuras
guerras.
Arriba
, Madrid, 10 de abril, p. 1 y 5, 1946; La importancia estratégica de España, objetivo de
especulaciones.
Arriba
, Madrid, 7 de diciembre, p. 1 y 4, 1948; Un acuerdo entre España y los Estados Unidos
tendría más estabilidad que el Pacto Atlántico.
Arriba
, Madrid, 10 de abril, p. 1 y 4, 1949; Rusia, o se sale con
la suya o destruye la O.N.U.
El Alcázar
, Madrid, 28 de marzo, p. 1 y 12, 1946; La mayor alianza militar de
Europa en tiempo de paz.
El Alcázar
, Madrid, 30 de abril, p. 1 y 8, 1948; Más estabilidad que el Pacto Atlántico
tendría para el Sureste un acuerdo España-Estados Unidos.
El Alcázar
, Madrid, 9 de abril, p. 1 y 5, 1949.
contrapone integralmente a las creencias populares sobre la evolución de las
adecuaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y los experimentos ejecutivos. En el
cauce de la historia, las narrativas políticas y las distorsiones culturales de la propaganda
franquista marcaron a varias generaciones de españoles, por este motivo los marcos
teóricos de la investigación multidisciplinar de las ciencias sociales y las humanidades
deben contribuir a desmantelar la mitología existente (BLOCH, 1999, p. 99-100; BALDÓ,
2013, p. 68-69 y 73-84). Basándose en fuentes diversas y en una cimentación
historiográfica, las premisas cualitativas y comparativas de la investigación deben
contribuir a la construcción del conocimiento histórico riguroso, desplegando diferentes
grados de especialización, a la hora de fomentar el conocimiento de los diferentes relatos
del pasado sin renunciar nunca a la compleja labor de divulgación.
Proceso de negociación bilateral con los Estados Unidos (1950-1952)
A finales de la década de 1940, como premio de “consolación”, la prensa falangista
celebraba el aumento de la tensión entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, después
de haber visto como el ejército rojo entraba en Berlín y ocupaba gran parte de la región de
Europa oriental. También, durante aquellas fechas, las páginas de
El Alcázar
y
Arriba
se
llenaron de elementos informativos y de opinión relacionados con el avance del anti-
comunismo en los Estados Unidos y de las posibilidades de cooperación mutua
6
. Todos los
sectores conservadores de la sociedad civil estadounidense pasaron por un estado de
ánimo colectivo cercano a la histeria, lo que tuvo amplios efectos sobre el conjunto
institucional y graves consecuencias para las agendas políticas de aquel momento
(POWASKI, 2011, p. 92-95).
El estallido bélico en la península de Corea (25 de junio de 1950) y los rápidos
avances militares del comunismo en la región desencadenaron un auténtico pánico a nivel
gubernamental e institucional en los Estados Unidos. El “virus rojo” continuaba
propagándose sin control y era necesario tomar medidas a nivel internacional. Ante el caso
coreano, se generó un consenso básico en política exterior entre demócratas y
6
Ver fuentes hemerográficas: España tema electoral del pueblo norteamericano.
Solidaridad Nacional
,
Barcelona, 26 de agosto, p. 1, 1950; Norteamérica dispuesta a tratar una alianza con España.
Solidaridad
Nacional
, Barcelona, 19 de julio, p. 1, 1951; España no hace concesiones políticas.
Arriba
, Madrid, 3 de
noviembre, p. 3, 1950; Los norteamericanos nos relevan.
Arriba,
Madrid, 3 de noviembre, p. 4, 1950;
Probablemente la Asamblea General de la O.N.U. debatirá hoy el ‘caso español’.
Arriba
, Madrid, 3 de
noviembre, p. 1 y 4, 1950; Posible embajador americano en Madrid.
El Alcázar
, Madrid, 19 de enero, p. 4, 1950;
Truman firmó la concesión del crédito a España.
El Alcázar
, Madrid, 7 de septiembre, p. 1-2, 1950; Washington
desea un acuerdo con España.
El Alcázar
, Madrid, 18 de julio, p. 1 y 3, 1951; Martín Artejo ha escrito: Se
espera la ayuda económica y militar de los EE. UU.’.
El Alcázar
, Madrid, 10 de enero, p. 1, 1952.
republicanos, que tendría consecuencias muy positivas para la causa franquista y sus
intentos de reconocimiento internacional. Las autoridades exteriores españolas realizaron
una oferta de acuerdo a los Estados Unidos difícil de rechazar, mientras que la
conformación del “Spanish lobby” presionó para el establecimiento de un proceso de
negociación con la dictadura española (VIÑAS, 1981, p. 65-124; JARQUE, 1998, p. 227-243,
254-259, 267-268 y 311-319). Esencialmente, en la región del Mediterráneo, Turquía, Italia
y España se convirtieron en piezas clave para la estrategia de contención militar de la
Unión Soviética. Asimismo, en la cuestión del reconocimiento internacional, los dirigentes
franquistas comprendieron que el éxito político de las negociaciones pasaba por el
sometimiento absoluto al poder hegemónico estadounidense.
Con la retórica propia de las agendas autárquicas, la prensa franquista tuvo que
maquillar los reveses institucionales de España en la ONU, la exclusión en la llegada de
ayuda del Plan Marshall y en el veto de ingreso en la OTAN (SÁNCHEZ, 2015, p. 88-94). El
inicio de las negociaciones por el establecimiento de las bases estadounidenses fue
interpretado por muchas autoridades franquistas como el último tren para alcanzar la
integración plena de España en el nuevo orden de posguerra (TERMIS, 2015, p. 88-94). En
este sentido, Luis Carrero Blanco pronunció su manida frase: “orden, unidad y aguantar”;
Alberto Martín-Artajo Álvarez: “esperar a la puerta de casa a ver pasar el cadáver de sus
enemigos”. Los primeros créditos y las remesas de ayuda material fueron celebrados por
las cabeceras falangistas de forma pomposa y exagerada, se decía que el liderazgo
providencial del “Caudillo” estaba reconduciendo la situación de España en el mundo.
Durante el periodo comprendido entre 1945 y 1953, los fotoperiodistas cubrían
ampliamente las apariciones blicas de Franco, para contribuir a la creación de una
imagen mediática acorde a la principal estrategia política: proyectar elementos simbólicos
de un modelo de país “tradicionalista” y alegorías de un tipo de jefatura de Estado
“paternalista”. Las escenificaciones políticas del dictador se llevaban a cabo con trajes de
corte anglosajón, rodeado de autoridades civiles y con la interacción del blico. En
definitiva, la prensa trató de implementar una imagen de Franco en el exterior alejada de
la estética militar.
Sucesivamente, el viejo discurso de odio en la prensa falangista hacia la cultura
protestante y el mundo anglosajón fue dejando paso a nuevas retóricas y metáforas
relacionadas con el poderío militar, la labor de contención del comunismo, el
regeneracionismo político y los valores nacionales basados en la tradición cristiana de los
estadounidenses. No fue fácil para los periodistas y los lectores vinculados al falangismo
acatar esta nueva situación geoestratégica, no sólo por las loas lanzadas hacia Washington,
sino por la implícita sumisión ante el poder político de Londres. Paralelamente, las
caricaturas y las críticas hacia los presidentes y las instituciones estadounidenses fueron
desapareciendo, mediante una disminución calculada de los artículos de opinión y un
aumento de los reportajes de actualidad. Los artículos se redactaban de forma
esquemática y aséptica en los casos de contenido político, como mucho, se reutilizaban
fragmentos de opiniones de personalidades implicadas en el hecho noticioso. En los temas
sociales y culturales, la narrativa periodística alcanzaba un mayor desarrollo
interpretativo.
La exaltación de la grandeza nacional y el culto al líder no cesaron ni en las fases
más críticas del aislamiento, aunque sufrieron algunas adecuaciones estéticas y
terminológicas. Con la firma y el anuncio del Concordato con la Santa Sede y de los Pactos
de Madrid (1953), con la entrada en la ONU (1955) y con la ansiada visita de Eisenhower
(1959) los textos periodísticos entraron en una especie de delirio sostenido en el tiempo,
ya que el dirigismo informativo construyó una imagen de la España franquista como una
pieza clave para el liderazgo político-militar de los Estados Unidos en el mundo.
En cierto sentido, a modo de tendencia historiográfica, los criterios cuantitativos
para la investigación de los agentes comunicacionales, tanto en el pasado reciente como
en el momento actual, han revestido a las conclusiones de un blindaje argumentativo
sólido. Desde el punto vista de muchos investigadores, el revestimiento matemático es
fundamental en el estudio de los medios de comunicación y sus mensajes, se llega a afirmar
que es una herramienta para incorporar elementos objetivos a todo el proceso de
investigación. Sin lugar a dudas, es cierto que existen muchos temas que encajan a la
perfección dentro de la metodología cuantitativa, pero en otras ocasiones los criterios
estadísticos no aportan nada relevante al proceso de estudio. Tal vez, desde un ángulo
teórico-filosófico (KAUFMANN, 1986, p. 253-259), podría decirse que dichos criterios para
la construcción del relato histórico suelen redundar en conclusiones preconcebidas y, a
menudo, generan resultados de investigación muy abstractos (basados en series
incompletas de datos). Desde la perspectiva de la teoría y la cooperación entre disciplinas:
“[…] La manifestación más corriente de las tendencias integradoras es el uso, en
las explicaciones de una disciplina dada, de hechos o teorías establecidos en otras
disciplinas. Las teorías, e incluso los hechos, establecidos en una rama de la
ciencia, pueden estimular a los investigadores a plantear preguntas en otro
campo […]” (TOPOLSKY, 1982, p. 319).
Ampliamente, en los supuestos de la historia del periodismo y la evolución de los
discursos políticos en la España contemporánea, los métodos descriptivos, comparativos
y cualitativos son esenciales para tratar de interpretar fuentes primarias complejas, sobre
todo, en los casos que tiene que ver con el estudio de los mensajes periodísticos, las
motivaciones ideológicas de la elaboración informativa y los objetivos finales de la difusión
de noticias y textos de opinión.
Euforia de Franco y conmoción falangista (1953-1959)
No fue casualidad que, en 1953, con anterioridad al anuncio de los acuerdos
bilaterales entre España y los Estados Unidos, se produjese la firma del Concordato con
la Santa Sede (27 de agosto) y, pocas semanas después, de celebrarse el Congreso Nacional
de F.E.T y las J.O.N.S. (primero y único: del 24 al 29 de octubre). El gran impacto emocional
tenía que ser asimilado por los partidarios de un sistema fascista y, al mismo tiempo, el
importante anuncio público tenía que ser presentado por los dirigentes de la dictadura. No
todos los sectores católicos aceptaron de igual manera la apertura española a Washington,
lo mismo ocurrió con los grupos de poder del carlismo y el ejército. Bajo el prisma del
nacionalismo español, existían grandes reticencias a la cooperación abierta con una nación
conocida por su acendrado protestantismo. Con silencio y desconcierto, desde la
perspectiva del falangismo, la sensación de estar traicionando a la revolución
(nacionalsindicalismo) fue muy amplia, también la convicción de rdida de soberanía. El
nuevo contexto estratégico y diplomático se asimiló con constricción.
Como aditamento, hay que tener en cuenta que las cláusulas secretas y la “letra
pequeña” de los Pactos de Madrid no se dieron a conocer a la opinión pública (VIÑAS, 1981,
p. 195-208), a pesar de que la prensa franquista presumía en bloque de todo lo contario.
Los textos del acuerdo fueron material clasificado y restringido, incluso para las más altas
magistraturas del Estado franquista. En un sentido político-periodístico, el equilibrio de
poderes entre los grupos sociales de la dictadura atravesu momento más crítico hasta
la fecha, sólo superado por las tensiones del tardofranquismo (los proyectos de reforma
política y los escándalos de corrupción vinculados al
Opus Dei
).
Franco siguió siendo un líder inmaculado para la ultraderecha española, las
acusaciones sobre el viraje político recaían en los burócratas corruptos del régimen. Según
esta teoría sobre corrupción, dichos burócratas no se adherían al Movimiento con
vocación de servicio, lo hacían para servir a sus propios intereses. Las cartas de los
lectores descontentos con el cambio editorial de
El Alcázar
y
Arriba
fueron destruidas y
la presencia de los “camisas viejas” en actos conmemorativos se vio reducida y diluida. La
censura previa (OSKAM, 1991, p. 113-132; SINOVA, 2006, p. 74-75; FERNÁNDEZ, 1973, p.
19-31; MELLONI y PEÑA-MARÍN, 1980, p. 92-134; RUIZ, 2003, n/p.; GAYÁN, 2000, p. 503-
514) y el autocontrol de las direcciones periodísticas yugularon paulatinamente el
descontento contra los acuerdos con los Estados Unidos y sus consecuencias:
concesiones de todo tipo, dependencia económica e imposiciones externas. El título de la
obra de Fernando Termis Soto:
Renunciando a todo
, es más que apropiado para describir
los esfuerzos del régimen franquista para satisfacer las demandas estadounidenses (2005,
p. 31-35 y 2000, p. 285-294). De una forma parcial, dichas demandas provenientes del
Departamento de Estado fueron diluidas, argumentadas u ocultadas ante la opinión
pública por la propaganda franquista: descolonización de Marruecos, libertad religiosa
(ROSENDORF, 1981, p. 119-131), reformas económicas, concesiones territoriales,
dolarización comercial, reordenación de la política exterior en Hispanoamérica y
compromiso de aperturismo mediático.
En este periodo de triunfalismo político surgen muchos mitos en torno a la figura
del general Franco y los acontecimientos políticos claves. La propaganda periodística
desempeñó bastante bien su función, ya que fue capaz de perpetuar algunas tradiciones
narrativas, introduciendo ligeros cambios y encuadramientos
7
. De forma muy transversal
en la sociedad española, los principales mitos políticos de la época, construidos por la
prensa de la dictadura de forma dosificada, se convirtieron en creencias populares a corto
y medio plazo:
1) España siempre ha sido un referente para la comunidad internacional, salvo en algunas
fases de debilidad, motivadas por traiciones internas y conspiraciones externas;
2) Franco ha devuelto el lustre a las instituciones políticas y económicas españolas,
mediante una gestión personalista y seleccionando los más valiosos y eficientes equipos
de gobierno;
7
Ver fuentes hemerográficas: Texto íntegro del pacto hispano-norteamericano.
Solidaridad Nacional
,
Barcelona, 27 de septiembre, p. 4, 1953; El pacto hispanonorteamericano acogido favorablemente en todo el
mundo.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 28 de septiembre, p. 1, 1953; Seis años de cooperación
hispanonorteamericana.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 22 de diciembre, p. 1-2, 1959; Estancia de
Eisenhower en Casablanca.
Solidaridad Nacional
, Barcelona, 23 de diciembre, p. 2, 1959; ‘España ha escogido
la Alianza, pero no el vasallaje’, dice Le Monde.
Arriba
, Madrid, 29 de septiembre, p. 1 y 8, 1953; Madrid
recibió triunfante al presidente Eisenhower.
Arriba
, Madrid, 22 de diciembre, p. 3, 1959; Firma el acuerdo
hispanonorteamericano.
El Alcázar
, Madrid, 28 de septiembre, p. 1, 1953; Eisenhower pedirá al congreso más
dólares para España.
El Alcázar
, Madrid, 29 de septiembre, p. 1 y 3, 1953; ‘El viaje de IKE’, nuevo capítulo de
la Guerra Fría.
El Alcázar
, Madrid, 21 de diciembre, p. 7, 1959.
3) España era un oasis de bienestar social y seguridad económica respecto al resto de
países del Occidente europeo, que tenían que afrontar su reconstrucción material con la
recepción de ayuda estadounidense (Plan Marshall);
4) Franco lidera todo el proceso de negociación con varias autoridades militares y
gubernamentales estadounidenses, obteniendo grandes beneficios sin concesiones
legislativas e institucionales en la negociación bilateral;
5) los Estados Unidos fueron los primeros interesados en entablar un proceso de
negociación con Franco y consideraban injusta la situación de aislamiento;
6) la visita del presidente Eisenhower fue fundamental para la resolución de cuestiones
políticas entre España, los Estados Unidos y terceros países.
El control de la información política relacionada con los Estados Unidos fue objeto
de múltiples filtros y procedimientos. La estructura de la propaganda y la actuación de la
censura controlaron hasta el más mínimo detalle al respecto (GUBERN, 1980; SINOVA,
1981; DELGADO, 2006; SEREGNI, 2007). Un buen ejemplo es la visita de Eisenhower a
Madrid, todas las portadas aparentaban una amplia diversidad de opiniones, de enfoques
de cobertura y de composición de estilo.
Arriba
reutilizó frases hechas y sintetizó muchas
obviedades. Es necesario reiterar que se fomentaron las secciones de “información
política” vaciadas de contenidos políticos. Anecdóticamente, el único elemento de crítica
velada, pero muy tenue y difusa, se pudo llevar a cabo en la
Revista SP
8
,
mediante la
combinación visual de los titulares de la portada. Hasta el accidente de Palomares, en
enero de 1966, las incertidumbres derivadas de la presencia militar estadounidense no
volvieron a tener resonancia mediática.
Conclusiones
Resulta difícil diferenciar el concepto periodístico del concepto de propaganda en
todo el periodo histórico analizado. El tema de estudio, la evolución de la imagen de los
Estados Unidos en la prensa falangista, supone uno de los ejemplos paradigmáticos para
poder comprender las mutaciones legislativas e ideológicas de la dictadura franquista,
porque en otros espacios temáticos los cambios fueron imperceptibles y neblinosos. El
8
La fecha de publicación permitió eludir la presión del dirigismo informativo, que consideraba que la visita
del presidente estadounidense representaba el acontecimiento político más relevante y simbólico desde el
“Año de la Victoria”. Ver fuentes hemerográficas: 32.000 kilómetros más, Ike bate la marca presidencial.
Revista SP
, Madrid, 1 de diciembre, p. 1, 1959; Bonn-Madrid, restauración de una vieja amistad.
Revista SP
,
Madrid, 1 de diciembre, p. 1, 1959; Hispanoamérica: problema yanqui. Revista SP, Madrid, 1 de diciembre, p. 1,
1959.
momento de mayor negatividad hacia la imagen estadounidense se produjo entre 1939 y
1945. La mentalidad derivada de la autarquía y el asilamiento no favoreció la retórica
abierta y favorable hacia las posiciones políticas de Washington entre 1946 y 1949.
Seguidamente, las nuevas líneas estratégicas, trazadas por Mártín-Artajo y Lequerica,
conllevaron la construcción de una imagen favorable, de respeto hacia la autoridad
estadounidense entre 1950 y 1959.
El estereotipo de nación incansable en la lucha contra el comunismo tuvo cabida
primero en la prensa católica, pero acabó siendo difundido por los sectores falangistas
más acomodados y empoderados en las redacciones periodísticas. A pesar de que las
dinámicas argumentativas siguieron siendo erráticas y contradictorias, el cambio de
discurso respecto a la cuestión estadounidense se realizó en pocos meses y sin muchas
fundamentaciones ideológicas. Las justificaciones pragmáticas no fueron entendidas en
varios sectores de la derecha española, existen amplias evidencias al respecto fuera del
espacio textual. Sin embargo, la posible incomodidad de los dirigentes franquistas ante
esta situación pronto fue superada, gracias a la sucesión de éxitos diplomáticos.
El dirigismo político de las empresas periodísticas fue firme y correoso, sobre todo
en cuestiones clave para la agenda de la dictadura. A raíz de la desmilitarización de la
estructura de propaganda se produjeron cambios, pero no implicaron una relajación en
los procesos de producción informativa. Por otra parte, aquellas prácticas fueron una
constante a lo largo de toda la dictadura. No se puede pasar por alto que todas las
transformaciones de la labor periodística se realizaron dentro del marco legal promulgado
en plena Guerra Civil: Ley de Prensa del 22 de abril de 1938 (redactada por Ramón Serrano
Suñer). A modo de reflexión final, es necesario afirmar que no se pueden tomar en
consideración a las posiciones revisionistas actuales sobre la dictadura y el periodismo
(muy cercanas a lo que se conoce como franquismo sociológico e historiografía neo-
franquista). Dicha corriente de revisión histórica sostiene que con Franco existían unas
amplias garantías para el ejercicio de las libertades de expresión e impresión, para todos
los sectores de la derecha española.
La lectura de las fuentes hemerográficas ayuda a comprender como una
interpretación idealizada de la realidad coadyuvó a conseguir las grandes metas
institucionales de la dictadura: uniformidad ideológica, estabilidad gubernamental,
tranquilidad social, prosperidad económica y tradicionalidad cultural. En este sentido, el
dirigismo informativo, el control de los medios de comunicación y la difusión de la
propaganda fueron elementales para influir, de manera gradual, en la forma de pensar de
millones de ciudadanos a lo largo de todo el país. Al mismo tiempo, todas las variantes de
la producción informativa se convirtieron en un sementero de mitos populares. A corto y
medio plazo, muchos de ellos arraigaron con tanta fuerza en amplios sectores de la
sociedad española que condicionaron los discursos de sucesivos gobiernos, incluso
después de la desaparición de la dictadura. A su vez, ese imaginario político tan difuso y
contradictorio, construido antes de 1975, ha ocasionado una inmensa brecha entre la
revisión historiográfica de la España contemporánea y las creencias populares.
La efectividad de los mensajes periodísticos y las estrategias propagandísticas no
se circunscribía a medios de comunicación de una ideología concreta, ya que todas las
variantes editoriales además de cualquier formato periodístico contribuyeron a
propagar la “verdad” histórica y política del Movimiento Nacional, calificando a cualquier
forma de disidencia como anti-España. No obstante, no todos los grupos periodísticos
tenían los mismos recursos presupuestarios y apoyos institucionales para cubrir la
información internacional. En lo que respecta a esta investigación, muy pocos periódicos
podían permitirse corresponsalías en Washington o las grandes capitales europeas. Por
esta razón, las redacciones más modestas a lo largo de todo el país, al igual que en las
estaciones de radio, se dedicaban a “repicar” elementos informativos de otros medios de
comunicación y a “estirar” materiales y comunicados de las grandes agencias
informativas. La percepción de efectividad de los mensajes periodísticos no debe sustentar
ningún tipo de hipótesis sobre veracidad informativa o de precepto teórico sobre fiabilidad
deontológica. En la actualidad, también se produce un error reiterado quizás
interesado a la hora de calificar de “independiente” a la prensa privada, porque el
oficialismo informativo lo abarcaba todo y mostraba un especial celo con las cuestiones
relativas a la seguridad nacional y la supervivencia institucional del Movimiento Nacional.
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